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Hacer del baño de un apartamento un espacio más amplio o reconvertir una despensa en un práctico aseo son dos de las situaciones más comunes para quien busca imprimir mayor funcionalidad a su casa.
Conseguir este objetivo con éxito y además con una instalación profesional y eficaz que reduzca al mínimo el estrés de las obras de reforma, no es ninguna utopía. Tan sólo hay que tomar las decisiones adecuadas.
Cisterna empotrada
El primer paso es empotrar la cisterna. Así se ganará espacio y sensación de amplitud. En este punto hay que tener cuidado porque no todas las cisternas empotradas son iguales ni ofrecen las mismas garantías de estanqueidad y calidad, así que es importante informarse de la marca y la calidad de las soluciones.
Al esconder toda la tecnología detrás de la pared, lo único que quedará a la vista serán los pulsadores que permitirán dar un aire mucho más moderno y actual a la estancia, además de reducir el consumo de agua. De hecho, existen soluciones en el mercado que permiten un volumen de descarga de entre 3 y 4,5 litros frente a los 6 litros de las tradicionales.
Inodoros suspendidos y compactos
Otra decisión muy práctica es optar por el inodoro suspendido. Así, el suelo quedará totalmente libre de rincones y cuanto más minimalista sea el baño, más grande parecerá. Si el espacio con el que se cuenta es muy pequeño, se pueden escoger modelos compactos de poca proyección. De hecho, hay soluciones que se proyectan hacia adelante apenas 49 centímetros, por lo que ayudarán a liberar espacio sin perder ni un ápice de comodidad.
Sin renunciar al bidé
Quien piense que por tener un espacio reducido debe olvidarse del bidé está muy equivocado, puesto que existen soluciones 2 en 1. Así, el inodoro bidé, que también es una solución suspendida, permitirá ganar espacio sin renunciar a la higiene íntima con agua. Un toque de distinción que además permitirá estar a la última, pues ya existen modelos que permiten personalizar las opciones de higiene personal incluso a través del móvil.
Muebles integrados bajo el lavabo
Por último, también hay que cuidar con detalle el mobiliario porque, no por tener poco espacio, se tiene que dejar el almacenaje en un segundo plano. Para ello, lo mejor es optar por muebles integrados bajo lavabos de poca profundidad. Son muebles que también se montan en la pared, de manera que el suelo queda libre de obstáculos y resulta más cómodo a la hora de limpiar.
Por lo tanto, la receta del éxito es optar por soluciones que combinen diseño y funcionalidad, dos conceptos que no están en absoluto reñidos. Con estas claves se conseguirá el baño mejor en espacio, en diseño y en limpieza al que todos aspiramos.